Un diagnóstico de enfermedad degenerativa del disco no tiene por qué significar una vida de dolor e incomodidad. Muchos pacientes pueden volver a sus actividades normales y cómodas siguiendo las recomendaciones de tratamiento conservador de su médico.
Si bien la enfermedad degenerativa del disco puede tener un nombre algo alarmante, es simplemente una descripción del desgaste de los discos espinales relacionado con la edad al que todos estamos sujetos. Con la edad, estos discos pueden secarse y volverse menos capaces de absorber la presión del peso y el movimiento, lo que puede hacer que pierdan su forma. La enfermedad degenerativa del disco generalmente se diagnostica cuando un disco dañado comienza a causar síntomas relacionados con la compresión de un nervio espinal.
Si bien debe trabajar en estrecha colaboración con su médico para desarrollar un plan de tratamiento, también puede informarse sobre la gama completa de opciones de tratamiento disponibles. La información puede ayudarlo a involucrarse más en su tratamiento y comprender mejor los próximos pasos después de recibir un diagnóstico de enfermedad degenerativa del disco.
Tratamientos Conservadores
Después de diagnosticar la enfermedad degenerativa del disco, la mayoría de los médicos comenzarán el tratamiento con un plan que a menudo incluye las siguientes opciones conservadoras:
- El uso de medicamentos, como medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), analgésicos recetados o relajantes musculares
- La aplicación de bolsas de hielo o una almohadilla térmica.
- Cambios en el estilo de vida, como mejorar la dieta, realizar ejercicio regular aprobado por el médico, dejar de fumar y moderar el consumo de alcohol
- Ver a un fisioterapeuta para obtener técnicas para fortalecer los músculos de apoyo, corregir la postura y restaurar la movilidad perdida.
Cuándo considerar la cirugía
Se puede recomendar la cirugía si los síntomas no han mejorado después de completar un curso completo de estos y otros métodos conservadores. Tanto los médicos como los pacientes ven la cirugía como un tratamiento de último recurso debido a la gran incisión, la hospitalización y el tiempo de recuperación prolongado, a menudo doloroso, que sigue a los procedimientos tradicionales de cuello o espalda abiertos.
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