Un desgarro anular es una condición común en la columna vertebral que ocurre cuando la capa exterior resistente de un disco desarrolla un desgarro debido a la presión y tensión constantes. Esta condición es un efecto secundario común de la degeneración natural de la columna vertebral. Los discos de la columna descansan entre las vértebras, actuando como amortiguadores para amortiguar las vértebras y las articulaciones a medida que la columna se empuja y se mueve a lo largo del día. Para mantener su soporte y forma adecuados, los discos están hechos de un gel interno espeso y una capa externa resistente y elástica.
A medida que pasa el tiempo y la columna sufre presión por el aumento de peso y la vestimenta, los iscs pueden presionarse y apretarse entre las vértebras, lo que hace que el líquido del disco interno se estrelle contra la capa externa elástica. Un disco sano mantendrá la posición adecuada bajo presión al permitir que la capa externa elástica empuje el líquido del disco interno y lo mantenga en su lugar. Sin embargo, después de años de presión y estiramiento, la elasticidad de la capa externa puede disolverse, lo que permite que el líquido del disco interno forme una pequeña rasgadura en la capa externa. Esto se conoce como desgarro anular.
¿Qué causa un desgarro anular?
Hay cinco factores principales que pueden causar que se produzca un desgarro anular:
- Envejecimiento – A medida que envejecemos, el proceso normal de envejecimiento, junto con años de desgaste de la columna, hace que los diversos componentes de la columna, incluidos los discos, se degeneren. A medida que se debilitan, es más probable que los discos desarrollen desgarros anulares.
- Exceso de Peso Corporal – Cada día, la columna vertebral de una persona debe soportar el peso del cuerpo, una tarea extenuante incluso en personas con un peso saludable. El exceso de peso corporal ejerce una presión adicional sobre la columna vertebral, lo que aumenta la tasa de degeneración de la columna y el riesgo de desarrollar un desgarro anular.
- Deportes - Muchos deportes, como el golf, la gimnasia y el fútbol, exigen movimientos repetitivos de torsión y flexión. Estos movimientos ejercen una tensión excesiva sobre la columna vertebral, lo que hace que los discos se deterioren a un ritmo más rápido que la columna vertebral de quienes no participan en deportes. Este deterioro debilita los discos, haciéndolos más susceptibles a un desgarro anular.
- Lesión traumática - Un desgarro anular causado por una lesión traumática, como un accidente automovilístico o una caída, puede ocurrir a cualquier edad, independientemente de la salud anterior de la columna del paciente.
- Genética – Al igual que muchas otras afecciones de la columna, parece haber un vínculo entre los desgarros anulares y la estructura genética del paciente. Si bien aún se están realizando investigaciones para comprender mejor el vínculo, algunas personas parecen tener discos inherentemente más débiles, lo que las hace más susceptibles a los desgarros anulares.
Tratamiento para un desgarro anular
El tratamiento conservador, no quirúrgico, suele ser la primera línea de defensa contra los síntomas dolorosos de un desgarro anular. Para muchos pacientes, estos tratamientos son efectivos para reducir el dolor. Sin embargo, para algunos pacientes, este no es el caso. Cuando varias semanas o meses de tratamiento conservador no son suficientes para controlar el dolor de un paciente, su médico puede recomendar la cirugía.
Entre las muchas opciones quirúrgicas para los desgarros anulares se encuentran los procedimientos ambulatorios mínimamente invasivos realizados en BEST Health System, que son alternativas a la cirugía tradicional de columna abierta.
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