La bursitis puede no ser tan conocida como la artritis, pero es igual de difícil y debilitante vivir con ella. Esta condición es similar a la artritis en que causa inflamación de las articulaciones. Sin embargo, la bursitis es causada por la inflamación de las bursas, que son pequeños sacos llenos de líquido que ayudan a mantener las articulaciones lubricadas y permiten un movimiento suave. Los síntomas resultantes de dolor, hinchazón y rigidez pueden tener un efecto muy negativo en la calidad de vida y la capacidad para realizar las actividades diarias.
Como lesión articular, la bursitis puede desarrollarse en diferentes lugares del cuerpo, pero hay cinco lugares principales donde se desarrolla con mayor frecuencia. Ya sea que le hayan diagnosticado bursitis recientemente o esté investigando las posibles causas de su dolor, esperamos que la siguiente guía pueda ayudarlo a involucrarse más con su tratamiento.
El equipo de BEST Health System está aquí para ayudarlo y lo invitamos a comunicarse en cualquier momento para obtener más información.
¿Qué causa los diferentes tipos de bursitis?
Como muchas condiciones médicas y lesiones, el riesgo de bursitis aumenta a medida que envejecemos. En general, la bursitis es una lesión por movimientos repetitivos que se produce debido a una presión excesiva sobre la articulación. Esto puede deberse a la participación en actividades físicas como agacharse y agacharse, tener una postura incorrecta o realizar un trabajo físico.
La bursitis también puede desarrollarse junto con la artritis, si la inflamación de las articulaciones ejerce presión sobre las bolsas de las articulaciones o las irrita. Los pacientes que sufren dolor e hinchazón en una articulación durante un período prolongado deben buscar asesoramiento médico y un diagnóstico de un médico calificado.
Como una lesión por movimientos repetitivos causada por el estrés en las articulaciones, los tipos de bursitis generalmente se clasifican según la ubicación. Las articulaciones más comunes para que se desarrolle la bursitis se encuentran en los siguientes lugares:
1. bursitis del codo
La bursitis del codo es causada por la inflamación de la bursa entre el tejido blando y los huesos del codo. La bursitis del codo puede ser causada por un traumatismo, una presión prolongada o una afección médica relacionada, como osteoartritis, artritis reumatoide o gota. Los síntomas más comunes incluyen dolor e hinchazón.
2. bursitis de la rodilla
La articulación de la rodilla tiene bursas en múltiples ubicaciones, incluida la rodilla superior, la rodilla inferior y la propia rótula. Cualquiera de estas bursas puede irritarse o inflamarse, lo que resulta en bursitis, aunque la rótula y la parte interna de la rodilla son ubicaciones comúnmente reportadas.
Las causas más comunes de bursitis de rodilla incluyen arrodillarse sobre superficies duras durante períodos prolongados, por lo que es común entre carpinteros y plomeros. Además, los movimientos repetitivos o la fuerza excesiva pueden causar esta lesión, lo que da como resultado síntomas reveladores de rigidez, dolor e hinchazón.
3. bursitis de la cadera
La bursitis de cadera es una forma de esta afección que se informa con mucha frecuencia debido al tremendo estrés que ejercemos sobre las articulaciones de la cadera, incluidas las bursas. Al igual que otros tipos de bursitis, la bursitis de cadera es principalmente una lesión por uso excesivo, pero también puede ser causada por factores como una lesión anterior en la cadera y un desequilibrio en la longitud de las piernas que provoca una presión desigual en las caderas. Además, los problemas de cadera, como los depósitos de calcio y los espolones óseos, también pueden ejercer presión e irritar las bursas de las caderas.
Los pacientes que experimentan problemas de movilidad, dolor y rigidez deben consultar a su médico para recibir un diagnóstico adecuado.
4. bursitis del talón
La parte posterior del talón del pie contiene una bursa que es particularmente propensa a la hinchazón y la inflamación. Aunque es una lesión distinta, la bursitis del talón a menudo se relaciona con la tendinitis de Aquiles debido a la proximidad de la bursa a este tendón. Si el tendón de Aquiles se inflama o lesiona, también puede irritar las bursas del talón y provocar una bursitis.
Algunos de los factores de riesgo más comunes incluyen no estirar antes de los entrenamientos o actividades extenuantes o aumentar repentinamente la frecuencia y la intensidad del ejercicio.
5. bursitis del hombro
Otra ubicación común para que se desarrolle la bursitis es en las articulaciones de los hombros. Al igual que otras localizaciones, la bursitis del hombro se asocia con traumatismos, uso excesivo y complicaciones relacionadas con diferentes formas de artritis. Esto incluye el desarrollo de espolones óseos.
La bursitis del hombro a menudo puede resultar en una reducción del rango de movimiento, así como dolor e hinchazón en el hombro. Esta lesión a menudo se desarrolla en atletas, incluidos golfistas y nadadores, así como en carpinteros, músicos y jardineros, debido a la tensión que estas actividades pueden generar en las articulaciones de los hombros.
Opciones de tratamiento para la bursitis
En muchos casos, la bursitis es una afección médica que puede tratarse con éxito sin necesidad de cirugía. El consejo médico estándar sobre el diagnóstico es recomendar un curso de terapias conservadoras que incluyen reposo, medicamentos antiinflamatorios de venta libre y fisioterapia. También es importante realizar los cambios necesarios en el estilo de vida, como mejorar la postura, modificar las actividades y seguir una dieta antiinflamatoria.
Los médicos también pueden recomendar inyecciones terapéuticas que consisten en un corticosteroide para aliviar la inflamación de las bursas. Esto puede ayudar a los pacientes a completar la fisioterapia y mantener los niveles de actividad mientras los médicos y los pacientes controlan el progreso general de la afección.
La cirugía generalmente se ve como una opción de tratamiento de último recurso, pero si el dolor y la hinchazón persisten a pesar de explorar completamente los tratamientos conservadores, su médico puede recomendarla. El abordaje quirúrgico variará según la ubicación y la gravedad de la bursitis, pero es posible realizar la cirugía de bursitis de forma ambulatoria gracias al continuo desarrollo de nuevas técnicas quirúrgicas.
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