Hernia de disco

Lo más probable es que haya oído hablar de una hernia de disco. Si le han diagnosticado una hernia de disco, es probable que también esté familiarizado con el dolor y los síntomas que suele causar esta afección. A medida que comienza a investigar las opciones de tratamiento disponibles para ayudarlo a encontrar el alivio del dolor, es importante comprender qué causa el desarrollo de una hernia de disco en primer lugar.

Comprender qué causa una hernia de disco, también conocida como hernia de disco, disco roto o disco desgarrado, es un paso importante para determinar las mejores opciones de tratamiento para su afección. Por ejemplo, un médico puede recomendar una forma diferente de tratamiento para una hernia de disco que se desarrolló gradualmente a partir del aumento de peso en lugar de una hernia de disco que se desarrolló repentinamente a partir de un accidente automovilístico. Tómese el tiempo para investigar esta condición para que pueda estar preparado para su cita con su médico. En BEST Health System, nuestro equipo de atención también está disponible para ayudarlo a conocer su afección y las opciones de tratamiento que tenemos.

Causas

Una hernia de disco puede ser el resultado de una serie de factores, que incluyen:

El proceso natural de envejecimiento: debido a los efectos acumulativos de un cuerpo que envejece y al desgaste continuo de los componentes de la columna, el disco se debilita gradualmente y se vuelve más susceptible a la ruptura.
Trauma espinal: las lesiones que resultan de un golpe fuerte en la columna pueden causar una hernia de disco inmediata.
Estrés repetitivo: sentarse durante períodos prolongados o levantar objetos pesados repetidamente puede provocar el desarrollo de una serie de pequeños desgarros en la pared externa de un disco, desgarros que pueden empeorar con el tiempo y provocar una hernia discal completa.
Peso corporal no saludable: la columna vertebral debe soportar la mayor parte del peso del cuerpo, y la presión de cargar kilos de más, particularmente en la región abdominal, puede tensar y dañar los componentes de la columna.
Mala nutrición: una dieta desequilibrada puede provocar un aumento de peso y también privar a los discos de los nutrientes necesarios para mantenerse flexibles y fuertes.
Consumo de tabaco: fumar inhibe la circulación e interfiere con el suministro de nutrientes esenciales en todo el cuerpo, incluida la columna vertebral; El humo del cigarrillo también contiene una multitud de toxinas que pueden afectar los discos y otras partes del cuerpo.
Genética: un historial familiar de hernia de disco y otras afecciones degenerativas de la columna puede aumentar la probabilidad de que una persona desarrolle afecciones similares.

Signos de hernia de disco

Si bien una hernia de disco no siempre causa síntomas, la afección puede generar dolor localizado si el desgarro afecta los pequeños nervios ubicados en las capas superiores de la pared exterior del disco afectado. Además, se pueden desarrollar una variedad de síntomas incómodos si la pared del disco o el núcleo pulposo escapado ejercen presión sobre la médula espinal o la raíz del nervio espinal. Por ejemplo, algunas personas experimentan dolor de cuello y espalda, dolor que se irradia a través de un brazo o una pierna, debilidad muscular, entumecimiento o dificultad para caminar.

Una mirada más cercana a los síntomas

Posiblemente, una hernia de disco puede ocurrir en la región cervical, torácica o lumbar de la columna, aunque es más probable que se desarrolle en los segmentos de la columna cervical y lumbar. Esto se debe a que el cuello y la parte baja de la espalda son muy flexibles y responsables de soportar un peso corporal significativo, lo que pasa factura con el tiempo. La columna torácica, en comparación, es mucho más estable porque está unida a la caja torácica.

Los síntomas específicos asociados con una hernia de disco también dependen de la ubicación de la degeneración del disco. Más comúnmente, esta condición se asocia con dolor localizado cerca del origen del desgarro en la pared del disco, aunque los síntomas pueden extenderse por todo el cuerpo cuando el material del disco desplazado irrita o comprime una raíz nerviosa cercana o la médula espinal. De hecho, cuando se produce una compresión de la raíz nerviosa o de la médula espinal, puede dar lugar a síntomas que aparecen lejos del origen del problema, por lo que es necesario un diagnóstico médico para un tratamiento eficaz.

Estos son solo algunos ejemplos de los síntomas que pueden desarrollarse como resultado de una hernia de disco:

Hernia de disco cervical: dolor localizado en el cuello; sensación de hormigueo, debilidad muscular y entumecimiento que recorre los hombros, brazos, manos o dedos; dificultad para caminar; sensación de pesadez en manos y pies; una disminución en las habilidades motoras finas
Disco herniado torácico: dolor en la parte superior de la espalda que puede irradiarse hacia el pecho o el estómago; rigidez de la espalda y debilidad muscular; síntomas causados por una hernia de disco en la columna torácica que también pueden atribuirse incorrectamente a un problema con el corazón, el tracto gastrointestinal o los pulmones
Hernia de disco lumbar: molestias en la parte inferior de la espalda; dolor que viaja a la parte inferior del cuerpo; dolor en una o ambas piernas; debilidad u hormigueo en las extremidades inferiores; disminuye los reflejos y espasmos musculares; en algunos casos raros, una pérdida del control de los intestinos o la vejiga, lo que puede indicar síndrome de cauda equina, una afección que requiere atención médica inmediata

Los síntomas de una hernia de disco pueden variar ampliamente según la ubicación y la gravedad del disco dañado y muchos de los síntomas comúnmente asociados con esta afección también pueden explicarse por la presencia de una degradación espinal adicional, que incluye enfermedad facetaria, estenosis espinal y espondilolistesis. Para controlar eficazmente los síntomas de una hernia de disco, un profesional médico debe identificar la causa exacta, la ubicación y la gravedad de la afección. Si le han diagnosticado una hernia de disco y está considerando operarse después de agotar los tratamientos conservadores, comuníquese con BEST Health System hoy.

Comienzo de hernia de disco

La columna vertebral comienza en la base de la habilidad y se extiende desde la columna cervical en el cuello a través de la columna torácica en la parte media de la espalda y en la columna lumbar en la parte inferior de la espalda. Compuesta por 24 cuerpos vertebrales individuales y varias vértebras fusionadas en la región pélvica, la columna vertebral es lo suficientemente flexible como para permitir un rango completo de movimiento en el cuello y la espalda que se requiere para la actividad diaria y también lo suficientemente fuerte como para soportar el peso del parte superior del cuerpo.

Sirviendo como cojines amortiguadores para la columna vertebral, los discos se colocan entre las vértebras adyacentes para facilitar el movimiento y reducir la fricción. Cada disco tiene dos partes: un exterior grueso compuesto de fibra de colágeno (anillo fibroso), que rodea y contiene un núcleo interno de gel potencial (núcleo pulposo). Estos componentes tienen un alto contenido de agua y deben permanecer bien hidratados y flexibles para funcionar correctamente. Por una variedad de razones, los discos pueden comenzar a deteriorarse y deshidratarse con el tiempo, volviéndose quebradizos y propensos a romperse. Si se desarrolla una fisura en el anillo fibroso de un disco, parte del núcleo pulposo puede atravesar su límite comprometido. Esta condición se conoce como hernia de disco. Se pueden desarrollar dolor y otros síntomas incómodos si el material interno del disco desplazado, que contiene proteínas inflamatorias, irrita o presiona la pared del disco, la médula espinal o la raíz nerviosa cercana.

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Si ha experimentado alguno de estos síntomas o ha recibido un diagnóstico y necesita tratamiento, BEST puede ayudarlo. Da el primer paso hacia el alivio hoy.