Un disco lumbar abultado puede sanar potencialmente sin necesidad de cirugía. De hecho, esta condición espinal relativamente común puede incluso desaparecer por sí sola sin ningún tratamiento. Dicho esto, tenga en cuenta que el proceso de curación probablemente ocurrirá gradualmente con el tiempo.
Sin embargo, hasta que sane, un disco abultado puede producir diversos grados de dolor. Especialmente si está presionando un nervio espinal. Es posible que esa molestia deba abordarse con tratamiento. Por ejemplo, un disco abultado en la parte inferior de la espalda (columna lumbar) puede producir un dolor que se propaga a través de los glúteos, baja por una pierna y llega al pie correspondiente (un grupo de síntomas conocidos como ciática). Hasta que se resuelva el problema subyacente, esta incomodidad puede alterar potencialmente su vida diaria.
Es posible que descubra que puede tolerar sus síntomas con la ayuda de tratamientos conservadores, como medicamentos. Por otro lado, si su malestar interfiere con su calidad de vida, es posible que se pregunte cuánto tiempo puede retrasar la cirugía para un disco abultado sin comprometer sus posibilidades de lograr un alivio duradero.
¿Qué tratamientos de disco abultado debe considerar primero?
Con toda probabilidad, su médico le recomendará que comience un tratamiento no quirúrgico. Pueden ayudarlo a desarrollar un plan diseñado para aliviar temporalmente la presión sobre la raíz nerviosa afectada mientras sana su disco abultado problemático. La experiencia muestra que muchas personas encuentran que sus síntomas mejoran dramáticamente con aproximadamente cuatro a seis semanas de terapia no quirúrgica. A menudo hasta el punto de que la idea de la cirugía ya no tendrá que ser una consideración.
Las siguientes son algunas opciones de tratamiento que debe considerar antes de que la cirugía se convierta en una opción:
- Experiencia de bajo impacto
- Terapia de frío/calor
- medicamentos
Cuándo la cirugía podría convertirse en una opción
Por lo general, la cirugía para un disco abultado se recomienda solo en dos escenarios: si se requiere una intervención de emergencia para tratar una complicación rara conocida como síndrome de cauda equina, o si un paciente no logra un alivio significativo de los síntomas después de cuatro a seis semanas de tratamiento conservador. A diferencia de las terapias no quirúrgicas, que solo pueden aliviar los síntomas, la cirugía puede abordar directamente el disco abultado que comprime el nervio afectado.
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