Los espolones óseos, u osteofitos, son crecimientos naturales que se producen como resultado de la fricción entre huesos. A menudo asociados con la artritis, los espolones óseos son un intento de estabilizar las articulaciones que han perdido la amortiguación natural. Sin embargo, también pueden causar sus propios problemas, como rigidez en las articulaciones, dolores y sensaciones de rechinar y estallar.
Además, los espolones óseos pueden causar una compresión nerviosa dolorosa que provoca síntomas como dolor punzante, hormigueo, entumecimiento y debilidad muscular. Esto es especialmente común para los espolones óseos en la columna vertebral, aunque esto puede ocurrir en cualquier lugar donde los espolones óseos pellizquen un nervio. Si le han diagnosticado un espolón óseo debido a su dolor crónico, es importante que siga los consejos médicos y sea proactivo con respecto a su tratamiento.
Educarse a sí mismo como paciente, incluidas las causas y los factores de riesgo del desarrollo del espolón óseo, es un paso importante. Este conocimiento puede ayudar con el tratamiento y con la prevención del empeoramiento de la condición o el desarrollo de nuevos espolones óseos. Mientras lee esta guía, le pedimos que se comunique con nuestro equipo de atención si tiene alguna pregunta o para obtener más información sobre sus opciones de tratamiento para los espolones óseos.
El desgaste natural es un factor de riesgo importante para los espolones óseos
Como se mencionó anteriormente, los espolones óseos suelen ser un efecto secundario de la artritis. Especialmente la forma se conoce como osteoartritis. La osteoartritis, o artritis por “uso y desgaste”, ocurre debido a cambios naturales en el cuerpo, combinados con el estrés acumulado de años de actividad.
Nuestras articulaciones permiten todos los movimientos regulares, pero esto requiere que los extremos de los huesos choquen entre sí una y otra vez. Para reducir la fricción y permitir un movimiento suave, las articulaciones de todo el cuerpo están protegidas por una capa de cartílago y lubricadas con líquido.
A medida que envejecemos, nuestros cuerpos básicamente se secan, lo que hace que el cartílago se vuelva quebradizo y el líquido de las articulaciones se seque.
La osteoartritis se desarrolla cuando el cartílago se desgasta y el aumento de la fricción entre huesos provoca inflamación e inestabilidad de las articulaciones.
Los espolones óseos son la respuesta natural del esqueleto a esto. La fricción desencadena un mayor crecimiento en un intento de estabilizar la articulación y reducir la fricción.
Otros factores de riesgo del espolón óseo son las lesiones, la obesidad, la postura, la dieta y el ejercicio.
Si bien nadie puede prevenir el proceso natural de envejecimiento o detener el desgaste natural de las articulaciones, existen otros factores de riesgo que contribuyen a espolones óseos.
Muchos de estos pueden ser controlados por los pacientes, incluidos:
- Lesión — Las lesiones frecuentes o graves pueden estresar las articulaciones, acelerando la regeneración y aumentando el riesgo de artritis y espolones óseos.
- Obesidad — El peso corporal adicional aumenta la carga articular con cada paso. Un peso corporal saludable puede ralentizar potencialmente el desgaste del cartílago con el tiempo.
- Postura — La mala postura y la mecánica corporal conducen a una distribución desigual del peso, lo que ejerce presión sobre las articulaciones y hace que los espolones óseos sean más propensos a crecer.
- Estilo de vida — Un estilo de vida sedentario y una nutrición deficiente están asociados con un mayor riesgo de degeneración articular y crecimiento de espolones óseos.
Puede que no sea posible evitar y prevenir por completo el crecimiento de espolones óseos, pero seguir los consejos médicos y practicar un estilo de vida saludable que incluya una postura adecuada y evitar lesiones puede reducir las posibilidades de espolones óseos. También puede ayudar a disminuir su gravedad si se producen espolones óseos.
Busque consejo médico que pueda ayudarlo a encontrar un alivio duradero.
Los espolones óseos no necesariamente causan síntomas dolorosos, en cuyo caso es posible que los médicos no recomienden el tratamiento. Para muchos, los síntomas del espolón óseo son similares a los síntomas de la artritis: dolor, molestias, rigidez de las articulaciones y rechinamiento.
Los tratamientos básicos como el descanso, el hielo, el uso de una almohadilla térmica, los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) de venta libre y los estiramientos suaves son el consejo médico estándar.
Fisioterapia y antiinflamatorios el manejo del dolor las inyecciones también pueden ayudar, particularmente en casos más severos que involucran compresión nerviosa.
Se recomendará la cirugía en los casos en que un espolón óseo esté causando dolor y no haya respondido a otras opciones de tratamiento. Los procedimientos implican acceder a la articulación donde ha crecido el espolón óseo, como una de las articulaciones facetarias de la columna, y extraer suficiente material del espolón óseo para aliviar la presión sobre el nervio.
Gracias al continuo desarrollo de las técnicas quirúrgicas y la microtecnología, los cirujanos pueden realizar este procedimiento de forma ambulatoria. Esto puede ayudar a contribuir a una recuperación más rápida y a un menor riesgo de ciertas complicaciones en comparación con los procedimientos para pacientes hospitalizados.
Para obtener más información sobre la gama completa de opciones de tratamiento para el alivio de los síntomas del espolón óseo, comuníquese con BEST Health System hoy. Nuestro atento equipo puede ayudarlo a crear un plan de tratamiento personalizado completo que sea adecuado para sus necesidades y estilo de vida.