Si sospecha que tiene un disco abultado en el cuello o la espalda, el primer paso es consultar a su médico de atención primaria. Comenzarán el proceso de diagnóstico analizando sus síntomas e historial médico. Su médico necesitará realizar un examen físico en su columna. Además de realizar una serie de pruebas en el consultorio para evaluar sus reflejos, rango de movimiento y forma de andar.
Aunque su visita inicial le dará pistas sobre las causas de sus síntomas, no se puede hacer un diagnóstico definitivo en una sola visita al consultorio. La mayoría de las veces requiere un examen más completo. Esto se debe a que es importante determinar la condición de su columna vertebral y la ubicación precisa de la lesión.
Dado que el dolor y la incomodidad asociados con un disco abultado son el resultado de una raíz nerviosa que se comprime cuando la pared externa del disco comienza a empujar contra ella, no es raro que los pacientes sean derivados a un neurólogo para una evaluación adicional. Este tipo de médico se especializa en el diagnóstico y tratamiento de trastornos asociados principalmente con el cerebro. Sin embargo, también están especializados en los trastornos de la médula espinal, los nervios y los músculos.
¿Que esperar?
Si su médico lo remite a un neurólogo debido a un disco abultado, a menudo le realizarán un EMG o un electrograma. El objetivo de esto es evaluar la comunicación entre el nervio afectado y el músculo que trabaja. Esto se hace insertando un electrodo similar a una aguja en la piel para registrar la actividad eléctrica. Otras pruebas que un neurólogo podría ordenar incluyen:
- Radiografía – para obtener imágenes de las vértebras de su cuello o espalda
- tomografía computarizada – para adquirir una vista transversal de la columna vertebral
- resonancia magnética – para ver tejidos blandos como cartílagos, tendones, ligamentos y órganos en detalle
- mielograma – para inyectar material de contraste en el espacio alrededor de la médula espinal y las raíces nerviosas para una visión más clara del sitio
Una vez que el neurólogo determine la ubicación exacta de su disco abultado, recomendará opciones de tratamiento para controlar los síntomas. Puede esperar probar una serie de estrategias conservadoras primero. Esto puede incluir fisioterapia, antiinflamatorios de venta libre, compresas frías y calientes, rutinas de estiramiento y ejercicio, y ciertos cambios en el estilo de vida.
En muchos casos, estos enfoques son efectivos para reducir o eliminar el dolor crónico que puede resultar de un disco abultado. A veces, sin embargo, si no puede encontrar una cirugía de alivio adecuada, su médico recomendará la cirugía.
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