¿Distensión muscular o lesión más grave? Cómo averiguarlo 

Desarrollar tensión muscular es extremadamente común. Todos se encuentran con esta lesión menor en algún momento u otro de sus vidas. Ya sea que se exceda en un entrenamiento o haga una nueva tarea en la casa, las distensiones musculares ocurren debido al uso excesivo o al sobreesfuerzo. 

Afortunadamente, los dolores y molestias asociados con un músculo levemente lesionado generalmente desaparecen en poco tiempo con un tratamiento mínimo. Sin embargo, en algunos casos, los síntomas de tensión muscular persisten por más tiempo del que deberían. Esto podría indicar que la distensión muscular ha progresado hasta convertirse en una lesión más grave o podría ser un signo de una lesión completamente diferente con síntomas similares. 

Para el dolor grave o cualquier síntoma que dure más de unos pocos días a una semana, los pacientes siempre deben buscar tratamiento médico profesional. Trabajar con un médico es la mejor manera de asegurarse de recibir un diagnóstico correcto y recibir el tipo y nivel de atención adecuados para su lesión específica. 

Si experimenta dolor y está tratando de determinar si está relacionado con una distensión muscular o una lesión más grave, tómese un momento para leer la siguiente guía para ayudarlo a trabajar con su médico de manera más informada. 

¿Cómo se desarrolla una distensión muscular?

Normalmente, nuestros músculos funcionan en fibras musculares individuales que trabajan juntas en respuesta al sistema nervioso para expandirse y contraerse. Las fibras musculares están hechas de proteínas y están construidas para soportar grandes cantidades de estrés y actividad extenuante, pero tienen sus límites. Cuando se aplica una fuerza excesiva o un movimiento excesivamente repetitivo a una parte del músculo, se desarrollan pequeños desgarros microscópicos que provocan tensión muscular. 

Como muchas lesiones, las distensiones musculares se pueden dividir en categorías según la gravedad. Las categorías de tensión muscular incluyen:

  • Grado uno: esta es la forma más leve y común de tensión muscular, que resulta de desgarros menores en una pequeña cantidad de tejido que causa dolor y rango de movimiento limitados. 
  • Grado dos: el aumento de la tensión en las fibras musculares produce síntomas más significativos, pero no provoca una ruptura total.
  • Grado tres: un desgarro completo o ruptura del músculo o tendón (el tejido que une el músculo al hueso. A veces requiere cirugía para volver a unirlo). 

Los términos distensión y esguince a veces se usan indistintamente, pero si bien las dos lesiones son similares, se produce una distensión en las fibras musculares y los tendones. Un esguince es un término para un ligamento demasiado estirado o desgarrado, que es el tejido cartilaginoso flexible que conecta dos huesos. 

Qué lesiones y condiciones tienen síntomas similares a una distensión muscular

Las condiciones degenerativas como la artritis y las lesiones de la columna a veces pueden confundirse con distensiones musculares. Las ubicaciones comunes para los músculos distendidos incluyen el cuello, la parte baja de la espalda y los isquiotibiales, que también son áreas sintomáticas de problemas de la columna como artritis, discos abultados y hernias discales. 

Además, condiciones como la artritis y la bursitis pueden ocurrir en todo el cuerpo, particularmente alrededor de las articulaciones como las caderas y las rodillas, que también son lugares frecuentes de distensión muscular. 

En el caso de afecciones de la columna, la anatomía de la columna desplazada puede provocar una compresión nerviosa que hace que el dolor se irradie hacia el cuello, la parte inferior de la espalda o incluso las piernas, según la ubicación en la columna. 

Además de dolores y molestias, estas condiciones pueden causar síntomas neuropáticos como hormigueo y entumecimiento. A menudo, esto puede ser un indicador de que los síntomas no están causados por una distensión muscular. 

Cómo los médicos realizan un diagnóstico 

Para determinar la causa subyacente del dolor y otros síntomas que se han vuelto persistentes, un médico realizará una evaluación que generalmente consta de los siguientes pasos: 

  • Revisión de la historia clínica
  • Preguntas sobre síntomas específicos y nivel de actividad actual
  • Un examen físico, que incluye pruebas de palpación y rango de movimiento.
  • Pruebas de diagnóstico, como una radiografía o una resonancia magnética

El tipo y el grado de tratamiento médico recomendado en el momento del diagnóstico dependerán de la afección y la gravedad específicas. En el caso de un músculo lesionado, se recomendarán primero tratamientos conservadores en todos los casos excepto en los más graves. Esto también es cierto para las condiciones de la columna vertebral y las condiciones degenerativas como la artritis. 

Opciones de tratamiento para distensiones musculares y otras afecciones

Si el diagnóstico es una distensión muscular de grado dos o superior, los médicos recomendarán un ciclo de reposo y tratamientos conservadores. Dado que las distensiones musculares están relacionadas con el uso excesivo, es importante asegurarse de no haber sobreexigido las fibras musculares. 

Por lo general, se recomienda a los atletas oa las personas muy activas que se tomen un descanso de la actividad que eligieron. Se recomienda a las personas con trabajos físicos que busquen trabajo liviano si lo ordena un médico. 

Además del descanso, los tratamientos efectivos incluyen fisioterapia, compresión de frío/calor, elevación y medicamentos de venta libre que son tratamientos efectivos para controlar los síntomas y mejorar la función mientras sanan los músculos lesionados. 

Para condiciones como la artritis y las condiciones degenerativas del disco, los médicos a menudo recomendarán un tratamiento médico similar. Una diferencia clave es que las condiciones relacionadas con la edad generalmente no son reversibles. Sin embargo, al comprometerse con una atención conservadora y un estilo de vida saludable, muchos pacientes pueden controlar con éxito los síntomas a largo plazo. 

Por lo general, los médicos no buscarán la cirugía para las lesiones musculares a menos que haya un desgarro o ruptura grave que no se curará sin la reinserción quirúrgica. Para las condiciones degenerativas, la cirugía también se ve como un último recurso y, a menudo, se recomienda en los casos en que hay una compresión nerviosa severa o daño en las articulaciones que causa síntomas debilitantes y afecta negativamente su calidad de vida. 

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