Problemas comunes de cadera

La artritis y las fracturas de cadera son generalmente las lesiones de cadera más frecuentes que se diagnostican y tratan, pero existen otros problemas comunes de cadera. Esto generalmente incluye bursitis, tendinitis y distensiones musculares. Estos tipos de lesiones y afecciones de la cadera a menudo se curan por sí solos sin un cuidado más complicado, pero podrían requerir atención profesional para curarse adecuadamente. Pueden empeorar y dar lugar a síntomas crónicos si no se tratan a tiempo.

Diferentes tipos de problemas de cadera

Las principales articulaciones de todo el cuerpo requieren el equilibrio adecuado de flexibilidad y fuerza para realizar las actividades diarias. Esto es lo que hace que las lesiones articulares ocurran con tanta frecuencia. Casi todas las actividades básicas realizadas a lo largo del día ejercen una gran presión sobre las caderas. Correr, caminar, saltar o incluso sentarse en una silla son solo algunos casos en los que se ejerce presión sobre las caderas.

Ya sea que sea causado por el proceso natural de envejecimiento o por una lesión, los problemas comunes de cadera que provocan dolor y otros síntomas pueden incluir los siguientes:

Bursitis de la cadera: las bursas son sacos llenos de líquido en nuestras articulaciones que brindan lubricación para un movimiento suave. Ciertos movimientos extenuantes y lesiones pueden irritar la bursa de la cadera y causar dolor e inflamación conocidos como bursitis.
Tendinitis de cadera: los tendones son piezas fuertes de tejido que conectan huesos con otros huesos en las articulaciones. Si estos tendones se irritan, como es común en las caderas, se puede desarrollar una tendinitis que provoque dolor y una reducción del rango de movimiento.
Lágrimas del labrum: el labrum de la cadera es una pieza de cartílago fuerte y flexible que recubre las articulaciones de la cadera. Las lesiones, los problemas estructurales y las averías relacionadas con la edad pueden provocar el desarrollo de desgarros que inhiben el movimiento y causan molestias.
Tensión muscular: hay una serie de músculos en la cadera, incluidos los flexores de la cadera que ayudan a estabilizar y rotar las caderas. Estos músculos pueden desarrollar distensiones como resultado de una actividad física extenuante o un giro/giro repentino.

Tratamiento conservador

Para muchos problemas comunes de la cadera, como distensiones, esguinces y bursitis, los tratamientos conservadores básicos, como períodos de descanso, terapia de compresión en frío y almohadillas térmicas, pueden ayudar a aliviar los síntomas mientras la lesión se cura o se controla el progreso.

Los tratamientos no quirúrgicos más complicados incluyen:

Medicamentos de venta libre: para aliviar el dolor y la inflamación, los pacientes pueden tomar analgésicos
Inyecciones de esteroides: si hay una inflamación extensa en la cadera, la inyección de corticosteroides puede ayudar a reducir el dolor y la hinchazón durante un período de tiempo intermedio.
Fisioterapia: un especialista en fisioterapia puede ayudar a fortalecer la cadera y mejorar la movilidad funcional

Síntomas

Los síntomas específicos de la cadera pueden variar según la lesión o la afección presente. Sin embargo, algunos síntomas comunes presentes en todos los problemas de cadera incluyen:

Dolor e inflamación alrededor de la cadera.
Rango de movimiento restringido
Bloqueo o clavado en la cadera
Hinchazón y sensibilidad visibles
Sensaciones de estallido, agrietamiento y rechinamiento

Los pacientes nunca deben ignorar un problema de cadera persistente o tratar de diagnosticarlo y tratarlo por sí mismos. Consulte siempre a un profesional médico calificado si el dolor no mejora en unos pocos días, o en una semana como máximo, para reducir el riesgo de que la lesión empeore o no cicatrice adecuadamente.

Diagnóstico

Cuando asista a una cita de diagnóstico para el dolor de cadera, es beneficioso prepararse llevando un diario de síntomas, actividades diarias y factores desencadenantes de cualquier problema. El médico revisará el historial médico del paciente y de la familia para identificar el riesgo elevado de problemas de cadera.

El médico también realizará una evaluación física que implica una prueba de rango de movimiento y un examen práctico de la cadera para encontrar áreas sensibles o puntos dolorosos. Es posible que se necesiten imágenes de diagnóstico, como MRI o rayos X, para confirmar el diagnóstico.

Una vez diagnosticado, el médico trabajará en el desarrollo de un plan de tratamiento efectivo con el paciente.

Cirugía

En la mayoría de los casos, los problemas de cadera no necesitan cirugía. Sin embargo, si el dolor y los problemas de movilidad se vuelven crónicos, puede ser necesaria la cirugía. La cirugía de cadera puede variar según el caso, pero gracias a las mejoras en la tecnología médica y las técnicas quirúrgicas, ahora se pueden realizar de forma ambulatoria. Esto también ayuda a que el paciente comience la fase de rehabilitación mucho antes.

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