Los discos de la columna vertebral están diseñados para recibir golpes. Posicionados entre las vértebras, amortiguan los huesos del impacto mientras brindan la flexibilidad necesaria para permitir que el cuello y la espalda se doblen y tuerzan. Con forma de frijol, cada disco tiene un núcleo interno similar a un gel encerrado en una pared externa resistente llamada anillo fibroso. Un disco sano es lo suficientemente alto como para proporcionar un amplio espacio para que los nervios que salen de la médula espinal se enrosquen hacia afuera sin contraerse. Debido a que los discos espinales están constantemente absorbiendo impactos, tienden a perder su elasticidad con el tiempo. Esto puede causar condiciones como la protuberancia del disco o el disco abultado. Si bien este proceso puede acelerarse trabajando en ocupaciones que requieren levantar mucho peso, participar en deportes de contacto y fumar, es principalmente el resultado del proceso natural de envejecimiento.
¿Protrusión del disco o disco abultado?
Los discos se deterioran lentamente y por etapas. Lo que puede resultar confuso para los pacientes es que los profesionales de la salud a menudo usan diferentes términos para describir la misma etapa. Por ejemplo, una hernia discal también puede denominarse disco roto, prolapso discal o hernia discal. Enturbia aún más el problema de que algunos médicos pueden usar palabras similares para describir diferentes condiciones. Este suele ser el caso con los términos protrusión del disco y disco abultado.
Si bien los dos están relacionados, describen diferentes grados de deterioro del disco. Un disco abultado es aquel en el que la compresión ha forzado la pared exterior más allá de sus límites normales. Con una protuberancia del disco, no solo la pared externa se abulta hacia afuera, sino que el gel interno ha migrado hasta el borde mismo del anillo fibroso. Esto se puede considerar como una etapa intermedia entre un disco abultado y una hernia de disco. Una hernia de disco ocurre cuando la pared se ha desgarrado, lo que permite que el material interno se escape.
Síntomas comunes
Una protuberancia de disco no desencadena síntomas hasta que la pared exterior entra en contacto con una raíz nerviosa cercana. Cuando esto sucede, puede causar un dolor agudo en el sitio de la lesión, así como síntomas adicionales a lo largo del trayecto del nervio afectado, que incluyen:
- Entumecimiento
- Hormigueo
- Debilidad o espasmos musculares
- Una sensación de ardor
- Una pérdida de habilidades motoras finas en los dedos si el nervio comprimido está en la parte superior de la columna
Lo que MEJOR puede hacer
Los tratamientos para un disco abultado o que sobresale generalmente comienzan con opciones conservadoras, como medicamentos antiinflamatorios de venta libre y terapia física. Si estas estrategias no brindan un alivio adecuado del dolor después de varios meses, es posible que se requieran tratamientos más avanzados.
En BEST Health System, somos líderes en cirugías mínimamente invasivas. Nos enorgullecemos de ayudar a los pacientes a encontrar alivio a largo plazo del dolor crónico causado por una serie de afecciones de la columna, incluidos los discos abultados o protuberantes. El primer paso para saber si puede ser candidato para nuestros procedimientos es realizar una resonancia magnética, que BEST ofrece en el sitio. No dude en contacto un miembro de nuestro equipo dedicado para obtener más información.
