Dolor de hernia de disco
El dolor de hernia discal puede localizarse tanto localmente como en las extremidades. La irritación de las terminaciones nerviosas en la pared del disco por el material del disco herniado puede causar dolor local. Los síntomas itinerantes, como dolor, hormigueo, entumecimiento, calambres y debilidad en las extremidades superiores o inferiores, son el resultado de la compresión del nervio por parte del disco dañado. La ubicación específica de estos síntomas depende del nivel de la columna donde se haya desarrollado la hernia de disco.
Aprender más sobre las causas y las ubicaciones de su dolor puede ayudarlo a encontrar alivio. Educarse a sí mismo sobre su condición es un gran paso en el proceso de recuperación.
¿Por qué no?él ¿El dolor se extendió a otras áreas?
Además de sostener la parte superior del cuerpo y permitir el movimiento, la columna también protege la médula espinal y las raíces nerviosas, que se ramifican para enviar señales sensoriales y motoras al resto del cuerpo. Debido a que todos los componentes de la columna están ubicados muy cerca unos de otros, incluso un pequeño desplazamiento puede causar problemas. En el caso de esta condición, el material extruido del centro puede estrechar las vías nerviosas y presionar los nervios espinales.
¿Qué áreas pueden verse afectadas?
La mayoría de los discos herniados ocurren en las regiones superior o inferior de la columna vertebral. Esto se debe a la relativa flexibilidad de estas regiones en comparación con la columna media más estable. Esta condición en la región lumbar puede causar síntomas en las nalgas, las caderas, las piernas y los pies. Una hernia de disco lumbar a menudo causa ciática.
Los discos herniados en la columna cervical pueden provocar dolor en el cuello, el hombro o el brazo. Si bien es menos común, uno en la columna torácica puede afectar el pecho, la parte media de la espalda o el abdomen.
Tratamiento de hernia discal
Si se diagnostica una hernia de disco como la fuente de los síntomas, el tratamiento generalmente comienza con opciones de tratamiento conservador, como descanso, medicamentos, bolsas de hielo y fisioterapia. Es posible que le recomienden la cirugía si los tratamientos continuos no mejoran los síntomas lo suficiente como para volver a su nivel de actividad normal.
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