Espolones óseos: el ejercicio debe ser parte de su plan de tratamiento

Los espolones óseos se desarrollan en la columna vertebral debido a condiciones como la artritis o la enfermedad degenerativa del disco. Esto se debe al aumento del contacto hueso con hueso entre las vértebras. Un espolón óseo espinal puede alterar potencialmente su vida al comprimir la médula espinal o las raíces nerviosas en la columna vertebral. Resultando en síntomas de dolor, hormigueo, entumecimiento y debilidad. Estos síntomas pueden dificultar la realización de actividades regulares como el trabajo en el jardín o el ejercicio. 

Si es físicamente activo, el estrés psicológico de perderse el ejercicio regular puede ser tan difícil como el dolor y la incomodidad que puede causar un espolón óseo. Es posible que le agrade saber que, si bien el descanso es una parte importante del tratamiento para las afecciones de la columna, el ejercicio también es beneficioso si se realiza correctamente y con la supervisión de su médico o fisioterapeuta. 

Tipos de ejercicios para el alivio de los síntomas del espolón óseo

Si bien puede estar ansioso por volver a su rutina normal, es fundamental esperar hasta que su médico lo autorice a hacer ejercicio si le han diagnosticado un espolón óseo en la columna. Lo más probable es que tenga que evitar cualquier actividad de alto impacto que pueda empeorar su condición. Correr o los deportes de contacto son ejemplos de actividades de alto impacto. Cuando esté listo para comenzar a moverse, la mayoría de los ejercicios recomendados por el médico serán de naturaleza reparadora y terapéutica. El objetivo será fortalecer los músculos de apoyo y mejorar la postura. El propósito de esto es reducir la presión que se ejerce sobre los nervios espinales. 

Las formas específicas de ejercicios que se le pueden recomendar incluyen:

Escuche a su cuerpo y deje de hacer ejercicio a la primera señal de incomodidad: es importante que sus perspectivas de recuperación a largo plazo sean precavidas. 

¿Es la cirugía una opción?

Cuando se combina con tratamientos como medicamentos, compresiones frías y calientes y una dieta saludable, el ejercicio puede brindar el alivio necesario de un espolón óseo espinal para ayudarlo a participar cómodamente en un estilo de vida activo. Sin embargo, la cirugía puede convertirse en una opción si semanas o meses de tratamiento conservador no mejoran los síntomas. 

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