Un espolón óseo, u osteofito, es un pequeño crecimiento de exceso de hueso que puede desarrollarse en casi cualquier parte del cuerpo. Sin embargo, estos crecimientos a menudo se ven en las articulaciones como resultado de la degeneración artrítica o como consecuencia de una lesión traumática. La columna vertebral es particularmente propensa a desarrollar espolones óseos debido a la cantidad de estrés que soporta todos los días.
Si le han diagnosticado un espolón óseo espinal como la fuente de su dolor de cuello o espalda, una parte del tratamiento que a menudo se pasa por alto es educarse a sí mismo como paciente. La siguiente guía puede ayudarlo a comprender mejor esta afección para que pueda trabajar más de cerca con su médico y encontrar el alivio que se merece.
¿Qué es un espolón óseo?
Un espolón óseo es el intento natural del cuerpo de reparar el daño a un hueso y proporcionar estabilidad. Estos crecimientos suaves no son dolorosos por sí mismos, pero pueden causar una incomodidad significativa cuando interfieren con la movilidad de las articulaciones o entran en contacto con músculos, tendones o nervios. Por ejemplo, si un espolón óseo en la columna ejerce presión sobre una raíz nerviosa o la médula espinal, los síntomas pueden incluir dolor, debilidad muscular y entumecimiento en las extremidades. Algunos pacientes experimentan dificultad con las habilidades motoras finas y para caminar.
¿Qué causa un espolón óseo?
En términos generales, la causa más común de espolones óseos se puede dividir en dos categorías.
- Las consecuencias de una lesión: Los espolones óseos comúnmente se desarrollan después de que el cuerpo ya se ha curado de una lesión. Esto puede ser frustrante si una persona ha pasado tiempo recuperándose de una lesión inicial solo para experimentar nuevos síntomas por la formación de espolones óseos. Los espolones óseos también se observan con frecuencia en lesiones por estrés relacionadas con los deportes, como fracturas articulares, problemas del manguito rotador y traumatismos en la columna.
- Degeneración conjunta: Con el paso de los años, a medida que el cartílago que cubre y protege muchas de las articulaciones del cuerpo comienza a deteriorarse naturalmente, se pueden desarrollar espolones óseos en respuesta a la fricción causada por el contacto hueso con hueso. Esto es particularmente común en las regiones cervical (superior) y lumbar (inferior) más flexibles de la columna vertebral, donde las articulaciones tienen un alto riesgo de aparición de artritis como resultado del envejecimiento.
¿Qué síntomas están asociados con los espolones óseos?
Los espolones óseos espinales pueden causar una serie de síntomas. Con mucho, el signo más común es el dolor de cuello o de espalda, que puede deberse a articulaciones facetarias inflamadas, nervios espinales comprimidos o músculos irritados. Muchas personas experimentan un dolor sordo y localizado al estar de pie o al caminar, junto con sensaciones de hormigueo que llegan hasta los brazos o las piernas. Los síntomas específicos pueden variar según la ubicación de los espolones óseos problemáticos.
Por lo general, los síntomas de los espolones óseos empeoran con la actividad física y mejoran con el descanso. Por ejemplo, una persona que tiene un espolón óseo en la parte inferior de la espalda puede sentirse mejor cuando se inclina sobre un carrito de compras o un bastón.
Según la ubicación de un nervio comprimido y el nivel de compresión presente, un espolón óseo puede producir síntomas neurológicos, algunos de los cuales pueden ser graves. Además del dolor irradiado y las sensaciones de hormigueo en las extremidades, la compresión del nervio espinal causa debilidad muscular progresiva, lo que puede conducir a problemas de movilidad.
En casos muy raros, los espolones óseos pueden causar síntomas potencialmente mortales. Por ejemplo, el síndrome de cauda equina (CES) es una afección poco común pero grave que requiere atención médica inmediata. CES ocurre cuando un haz de nervios situado en la base de la columna vertebral se comprime severamente. La cauda equina, que transmite señales para controlar los músculos de las piernas y proporciona sensibilidad a la parte inferior del cuerpo, pero también controla la función de la vejiga y los intestinos.
Opciones de tratamiento conservador
Al tratar los espolones óseos de la columna, los médicos generalmente recomendarán que los pacientes comiencen experimentando con métodos de tratamiento conservadores. La buena noticia es que la mayoría de los pacientes pueden sentir alivio sin necesidad de cirugía o tratamientos invasivos. El tratamiento ideal para el espolón óseo dependerá de la ubicación específica del espolón óseo y de los síntomas que experimente, pero muchos planes de tratamiento incluyen una combinación individualizada de los siguientes métodos de tratamiento:
- Uso alternado de compresas frías y calientes.
- Fármacos anti-inflamatorios no esteroideos
- Ejercicio de bajo impacto
- Estiramiento suave
- Descanso
- Yoga
- Acupuntura
- Terapia de Masajes
- atención quiropráctica
- Remedios herbales para el dolor
Opciones de tratamiento quirúrgico
Si un paciente ha probado estos métodos conservadores durante períodos prolongados y no siente alivio, existe la posibilidad de que sea candidato para la cirugía. BEST Health System ofrece procedimientos ambulatorios mínimamente invasivos a pacientes cuyos síntomas siguen siendo graves a pesar de las rondas de tratamiento conservador del espolón óseo. Si desea obtener información sobre nuestros procedimientos, que son realizados por cirujanos certificados por la junta e implican menos riesgos que la cirugía tradicional de columna abierta, comuníquese con nuestro equipo dedicado hoy. Él MEJOR está por venir.