¿Por qué es frecuente la neuropatía en pacientes con cáncer?

¿Cómo se relaciona la quimioterapia con el desarrollo de la neuropatía?

La quimioterapia es un tratamiento farmacológico intenso que se usa para matar las células cancerosas que se desarrollan en el cuerpo. Si bien esta es a menudo una forma efectiva de prevenir la propagación del cáncer, el tratamiento en sí puede ser extremadamente agotador y presenta algunos síntomas propios. Muchos pacientes con cáncer que se someten a quimioterapia informan síntomas de pérdida de cabello, infecciones, anemia, fatiga y, a menudo, neuropatía. 

Aunque el tratamiento solo está destinado a matar las células cancerosas, a veces también atacará las células sanas, incluidos los nervios. Cuando un nervio está dañado, puede enviar señales de dolor innecesarias al cerebro. 

Esta condición puede causar una variedad de problemas, principalmente en el sistema nervioso periférico. Por ejemplo, los pacientes pueden experimentar cambios en el cabello, la piel y las uñas, y pueden tener dificultad para controlar los músculos. Esto puede provocar sensaciones de hormigueo, entumecimiento y dolor extremo que se extienden hasta los pies.

Los pacientes que experimentan estos síntomas pueden tener dificultades para caminar o realizar tareas que alguna vez les resultaron sencillas. Los pacientes que desarrollan neuropatía periférica como resultado de la quimioterapia tienen una condición que se conoce clínicamente como CIPN, neuropatía periférica inducida por quimioterapia. 

¿Qué es la neuropatía periférica?

Nuestro sistema nervioso periférico está compuesto por los nervios que se conectan al cerebro y la médula espinal. Este sistema es principalmente responsable de dos funciones principales: el sistema nervioso autónomo, que es responsable de las funciones corporales involuntarias, y el sistema nervioso somático que controla los movimientos musculares. 

Cuando estos nervios periféricos vitales están dañados, se vuelve difícil regular funciones autónomas importantes como la frecuencia cardíaca, la digestión y la presión arterial. Por esta razón, los pacientes pueden experimentar los siguientes síntomas potencialmente mortales:

  • Ritmo cardíaco irregular
  • Dificultad para comer o tragar
  • Diarrea
  • Estreñimiento
  • Pérdida del control de la vejiga

Si experimenta alguno de estos síntomas como resultado de la CIPN, debe consultar a su médico de inmediato. 

Aparte de las funciones autónomas, los pacientes con CIPN pueden experimentar otros síntomas relacionados con su sistema nervioso somático, que controla los movimientos voluntarios. El daño a estas funciones puede provocar una variedad de síntomas, que incluyen dolor o entumecimiento en las manos, las piernas y los pies. Algunos pacientes incluso informan que sus síntomas son tan intensos que no pueden caminar o tienen dificultad para usar las manos. 

 ¿Qué tan común es CIPN?

Un diagnóstico de CIPN puede ser extremadamente desalentador, sin embargo, es importante comprender que esto es muy común en pacientes con cáncer que se han sometido a quimioterapia. Estudios recientes han demostrado que 68% de pacientes que reciben quimioterapia desarrollarán algún tipo de neuropatía durante el primer mes de tratamiento, 60% a los tres meses y 30% después de seis meses. Además, se ha descubierto que la gravedad de los síntomas suele reflejar la dosis de quimioterapia que recibe el paciente. 

Los síntomas de CIPN generalmente se notan semanas o meses después del tratamiento. Si nota que sus síntomas empeoran con el tiempo, es muy importante que consulte con su médico de forma rutinaria. Incluso los pacientes que no tienen cáncer después del tratamiento de quimioterapia pueden experimentar síntomas de neuropatía. Esta condición es tan frecuente que muchos pacientes con cáncer han informado que la neuropatía es el síntoma más debilitante y que más se pasa por alto asociado con la quimioterapia. 

¿Cómo se diagnostica la neuropatía?

Si sospecha que usted o un ser querido pueden haber desarrollado neuropatía como resultado de la quimioterapia, es importante obtener un diagnóstico oficial lo antes posible. El primer paso es programar una cita con su médico de cabecera o especialista en cáncer para revisar sus síntomas. La mayoría de los médicos comenzarán revisando su historial de salud para ver por qué puede estar experimentando síntomas relacionados con la neuropatía. Luego, su médico realizará un examen físico para ver dónde experimenta dolor o entumecimiento. Esto les permitirá decirle si su dolor podría ser el resultado de CIPN. 

Después de la cita inicial, su médico o especialista puede recomendarle que programe pruebas de diagnóstico adicionales. Algunas opciones incluyen, pero no se limitan a:

  • Examen neurológico: determina los reflejos y las reacciones musculares.
  • Estudios de conducción nerviosa: se colocan electrodos en los nervios y se miden las reacciones para determinar el daño nervioso.
  • Análisis de sangre: puede detectar niveles irregulares de minerales o vitaminas. 
  • Imágenes: las imágenes, como las resonancias magnéticas, pueden identificar nervios pellizcados o tumores.

¿Se puede tratar la CIPN de forma conservadora?

Desafortunadamente, la neuropatía periférica inducida por quimioterapia no se puede revertir. Sin embargo, es posible controlar los síntomas a través de métodos de manejo del dolor. Al ser proactivos en la búsqueda de tratamiento, muchos pacientes pueden abordar los síntomas antes de que se vuelvan extremadamente debilitantes. 

Tras el diagnóstico inicial, a la mayoría de los pacientes se les recetarán medicamentos en función de los síntomas que experimenten. Los medicamentos comunes utilizados para el control del dolor incluyen:

  • antidepresivos
  • Medicamentos anticonvulsivos
  • medicamentos para el dolor de cabeza

Además de los medicamentos, existen terapias disponibles que pueden ayudar a los pacientes con neuropatía a encontrar nuevas formas de controlar su dolor. La fisioterapia, por ejemplo, es una excelente manera de ayudar a los pacientes que tienen dificultad para caminar o mantener el equilibrio debido al dolor o entumecimiento en las piernas o los pies. A través de ejercicios controlados, los pacientes pueden reconstruir los músculos, recuperar el equilibrio y ampliar su rango de movimiento que puede estar limitado. Las inyecciones de esteroides son otra opción para los pacientes que padecen dolor neuropático centralizado extremo. Estos son antiinflamatorios que pueden minimizar el dolor.

Cirugía de neuropatía con BEST

Si se descubre que los métodos conservadores no son efectivos, existen opciones quirúrgicas disponibles para los pacientes con CIPN. En nuestra ubicación BEST Health System en Cincinnati, Dra. Girton es nuestro especialista en neuropatía que realiza inyecciones de esteroides y procedimientos de estimulación de la médula espinal. El Dr. Girton es un cirujano ortopédico y de columna que se especializa en cirugías mínimamente invasivas. BEST cree que, con la introducción de la tecnología moderna, la cirugía intensiva ya no es la norma. De hecho, se puede evitar en la mayoría de las situaciones quirúrgicas. 

Si le han diagnosticado neuropatía como resultado de la quimioterapia para el cáncer, busque ayuda hoy. Aunque esta condición no es reversible, es manejable. Nuestros excelentes cirujanos buscan ayudar a los pacientes a encontrar la opción de tratamiento más efectiva y menos invasiva para garantizar que reciban la MEJOR ayuda.